César Lucas

Historia del fotoperiodismo Español

Cesar lucas fotografiado por Alfredo Arias

Un autor de obra ecléctica 

Cuando contaba con diez o doce años y se dirigía al Instituto Cardenal Cisneros, en la Plaza de España, en Madrid, César Lucas tenía varios focos de atención en la Gran Vía, ante los que se quedaba asombrado: los escaparates de los fotógrafos Alfonso, que retrató a poetas como Antonio Machado o Federico García Lorca;  Vicente Ibáñez, que mostraba las imágenes de artistas de cine y famosos de la canción, en el número 70,  y Juan Gyenes,  enfrente,  sacando a la luz los rostros de su clientela aristocrática, adinerada y con poder. 

Cada mañana al bajar por la arteria más castiza y universal de Madrid aquel chaval de pantalón corto, con ojos como platos traspasando los cristales, se quedaba obnubilado observando aquellos  grandes retratos,  fijando su mirada en la duquesa de Alba o en Carmen Sevilla, y trazando ya la línea de separación con el trabajo de otros fotógrafos de novios, soldados o niños de primera comunión.  

Sin querer ya estaba eligiendo su destino, su oficio, al que ha dedicado toda su vida, con una obra ecléctica, marcada por el fotoperiodismo, pero también por la moda, los viajes, el reportaje o su pasión actual como es la de recoger las escenas de la vida cotidiana, la España costumbrista del siglo XXI,  siempre haciendo historia en imágenes.  

César, como así firmó su primera fotografía cuando contaba con 16 años, tras cazar en una calle de Madrid a un peregrino estadounidense que recorría el mundo y lograr publicarla en ‘ABC’,  comenzó a comerse el mundo -al que le ha dado un buen bocado- y a dar buena muestra de su profesionalidad en sus inicios en el diario ‘Pueblo’ o en la ‘Agencia Europa Press’,  para quien realizó la visita del Che Guevara,  con 18 años, el fin de semana del 13 y 14 de junio de 1959,  a los seis meses del derrocamiento del dictador Fulgencio Batista, con la obsesión de lograr el retrato perfecto que obtiene cuando aquel revolucionario de traje militar verde oliva dejaba ver al fondo el Arco del Triunfo, símbolo de la dictadura franquista. Solo se publicó una pequeña foto en Pueblo, antes de ser reconocida internacionalmente, años después.

Curioso por todo lo que atañe a la profesión, bebía de la revista norteamericana ‘Popular Photography’,  lo que le lleva a revolucionar el oficio al apostar por el uso de la luz natural frente a los grandes flashes que llevaban colgados del hombro sus colegas,  con los que destrozaban la iluminación ambiental. Fotómetro en mano, siempre inquieto por hacer la mejor foto posible, se ganó la enemistad de los de su igual que le consideraban un intruso.  Siempre la envidia ha sido mala compañera.

Enseguida se lanza a crear su propia agencia, ‘Cosmo Press’, en 1965, combinando su trabajo en prensa con la realización de encargos como fotógrafo destacado, para las compañías cinematográficas estadounidenses:  ‘Twenty Century Fox’, ‘United Artists’ y ‘Metro Goldwyn Mayer’, en las superproducciones de las grandes películas que se ruedan en España. Por su cámara, pasan estrellas como Katharine Hepburn, Brigitte Bardot, Sean Connery, Raquel Welch, Yul Brinner, Romy Schneider, John Lennon, Billy Wilder, Clint Eastwood, Stephen Boyd, o Búster Keaton.  Ya había conseguido su propio escaparate envidiado de niño en una Gran Vía virtual. 

En esta diversificada carrera en torno a la imagen, César Lucas aporta la consolidación en España de la figura del editor gráfico, que no existía pese a ser fundamental en la prensa de calidad, incorporándose al equipo fundacional de la revista ‘Gentleman’, en 1973, para pasar después a formar parte del equipo fundacional de ‘El País’ como primer jefe de fotografía del periódico.  Tiempos de aire nuevo y cambios constantes. Era la Transición en la que participó con su trabajo aportando una visión moderna, arriesgada a veces -solo hay que observar sus fotos de los sucesos de Montejurra, con un muerto y cuatro heridos de bala, en 1976-, y centrada en la calle y lo que los españoles reclamaban en las manifestaciones, lo que salían a reclamar y, a veces, a veces a llorar.

Por primera vez en la prensa se comenzaba a tomar en serio la imagen como elemento informativo con lenguaje propio, hasta entonces el fotógrafo había sido un mero asistente del redactor… Comenzaba la etapa del fotoperiodismo y de designar para realizar las informaciones a aquel compañero que más habilidad, experiencia o mejor ojo tenía para cada tema.  Sin duda era beneficioso para el resultado final dirigido al lector.  

Hay dos iconos que resumen los momentos del cambio: las fotos de César Lucas en las que aparece un niño a hombros de su padre levantando el puñito en una de las primeras grandes manifestaciones en Madrid, en 1976, y el desnudo de Marisol en ‘Interviú’,  revista que se convierte en símbolo de la recién llegada libertad de expresión, una imagen que había sido realizada seis años antes, hacia 1970. Ambos se conocían muy bien, probablemente la popular actriz y cantante no habría posado para otro fotógrafo. 

Nombrado director de la edición española de la revista ‘Photo’,  en 1978 deja ‘El País’ y firma con Antonio Asensio un contrato como director de fotografía del ‘Grupo Zeta’.  Tras el franquismo, la transición, las estrellas de cine y los desnudos, cerrando el círculo de su trabajo en la fotografía, en sus 360º,  César Lucas se centra en la fotografía de viajes, moda y de retratos en otras publicaciones como ‘Panorama’, ‘Novedades’ o ‘Viajar’. Es una de las revistas de aquel emporio editorial, ‘Oro’, la que le devuelve a su niñez en su andar diario por la Gran Vía cuando retrata a Juan Gyenes en su estudio. Las vueltas que da la vida, el maestro tenía enmarcada la foto de la portada que hizo César Lucas, reconociendo que era la mejor que tenía, y su hija la lleva como fondo de pantalla  del móvil.  

Con los viajes comunica sensaciones y con la moda cambiaba de continente buscando escenarios para adaptarse a las temporadas, en verano había que viajar al invierno, y al contrario.  El trabajo seguía siendo apasionante. 

Dentro de su actividad, César Lucas ha formado parte del patronato de la Fundación Española de la Fotografía, ha participado como conferenciante en numerosos foros, fue el primer español invitado a formar parte del jurado internacional del concurso World Press Photo,  el fundador del concurso fotográfico Photo Press de la Fundación La Caixa, en 1982, y uno de los redactores del «Manifiesto sobre la edición gráfica en la prensa», Pazo de Mariñan , A Coruña. Ha publicado el libro autobiográfico Cesar Lucas de la colección Photobolsillo y la antologia de cincuenta años ‘El oficio de mirar’, de Ediciones Lumwerg. 

Su jubilación, en 2009, podía haber sido una brecha en la historia de César Lucas pero sigue con la mirada atenta hacia todo lo que le rodea, llena de experiencias, sin compromiso profesional,  pero con la misma pasión de su origen y con esa trayectoria que,  no solo ha aportado al mundo de la imagen y a la historia reciente, sino también le ha conformado como ser humano. Nos sigue dando la visión de un país y de su cotidianeidad a través de la gente, con su irrenunciable derecho a la libertad de expresión y al trabajo bien realizado que siempre se impuso.